-dolor intenso
-falta de alguno de sus sentidos: vista, oído, olfato, tacto...
-pérdida de conocimiento
-fallo de fuerza en alguno de sus músculos
-falta de aire
-dañar órganos internos ligados ocultamente con la zona donde ataquemos (por ejemplo: presionando en su bíceps, producir un daño en su páncreas), ver nociones de la medicina oriental
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y, en definitiva, poder ocasionar de una forma fácil y eficiente, una repercusión en nuestro agresor, con el último fin de inmovilizarle, huir, etc., sin necesidad de tener ni más fuerza, ni más altura, ni más complexión física en general que el agresor. Tampoco hacen falta de grandes patadas ni puñetazos, casi todo puede desarrollarse con las manos y pies o algún objeto punzante como, por ejemplo, un simple bolígrafo.
KUBOTÁN, ARMA DE PRESIÓN, SE PUEDE SUSTITUIR POR UN BOLÍGRAFO QUE TENGAMOS A MANO EN EL MOMENTO DE LA AGRESIÓN. SU TENENCIA ES ILÍCITA A NO SER QUE SE LLEVE COMO COMPLEMENTO: LLAVERO. |
El KYUSHO BULL se ha desarrollado basándose no solamente en esas técnicas que lo hacen especialmente adecuado para personas de menor complexión y fuerza física tales como mujeres y niños, sino añadiéndole la especia final que lo hace una disciplina imbatible: mente y espíritu.
Es por ello que éste Arte Marcial no sólo se basa en actividad física, sino que se complementa con autoestima, autosuperación, ejercicios espirituales "Ying-Yang", y como no, claves para analizar el lenguaje corporal, verbal, y no verbal; de nuestro contrario. Siendo así capaces de prever las intenciones con las que se acerca una persona, analizar su habla, gestualización y proximidad, con el fin de tener una imagen ya concebida del supuesto agresor, que, sin duda, nos aportará una gran ventaja sobre él.